La importancia de valorar alternativas de inversión
Desde hace unos meses, nos encontramos con una situación ciertamente atípica en los mercados financieros europeos. Mientras los tipos de interés en la Eurozona se mantienen a cero, y el Euribor es negativo, la inflación empieza a repuntar notablemente, situándose alrededor del 2% en la Zona Euro, y del 3% en España, después de un prolongado período de deflación. Normalmente la evolución de los tipos de interés sigue un camino paralelo al de la inflación, si bien es de esperar que, dadas las circunstancias actuales, al menos en Europa, el precio del dinero tarde un tiempo en subir significativamente.
Esto quiere decir que el dinero esta empezando a perder valor, mientras que los tipos de interés actuales no ofrecen alternativas sin riesgo con tal de compensar el efecto de la inflación. De manera que no son buenos tiempos para ser excesivamente conservador en las inversiones. Al mismo tiempo, el buen comportamiento de los índices de renta variable durante 2017 no se esta reflejando en muchos productos financieros que, por tener un perfil muy conservador, están altamente invertidos en productos de renta fija, que están perdiendo valor debido a la expectativa de una subida de tipos en el futuro.
Los dos factores anteriores, combinados, hacen que el ahorrador se tenga que plantear buscar un asesoramiento integral en materia de cartera de inversiones financieras, con el fin de optimizar el binomio riesgo-rentabilidad, combinado con el factor fiscal, que, dado el escaso margen de ciertas inversiones, se convierte en un elemento que puede llegar a ser determinante a la hora de decantarse por un determinado producto.
En nuestra opinión, cualquier inversión a corto y medio plazo que busque batir la inflación, y por lo tanto, no perder poder adquisitivo, pasa por visitar, en mayor o menor medida, los mercados de renta variable. Es aquí donde entra el papel del asesor financiero-fiscal, que tendrá que orientar al cliente respecto del grado de exposición al riesgo que es necesario para conseguir la rentabilidad objetivo en función del perfil del inversor.
La gestión activa, pues, se impone en un entorno en que la volatilidad de los mercados financieros ha sustituido los largos ciclos que habían caracterizado a épocas pasadas, donde muchos inversores se limitaban a hacer el balance de sus inversiones, en el mejor de los casos, una vez al año. En la tesitura actual, el inversor no se puede permitir una actitud pasiva ante sus inversiones, si bien para tener éxito es fundamental el acompañamiento de profesionales con formación interdisciplinar.
Grup Gestió ofrece este servicio, tanto a través de la formación multidisciplinar de sus asesores fiscales, como a través del asesoramiento directo de nuestros expertos en seguros y productos de inversión.