Contar con la correspondiente habilitación del ayuntamiento donde se ubique. Que su uso sea compatible con la regulación de los usos en los que esté situado. Disponer de cédula de habitabilidad. Garantizar un Servicio de asistencia y mantenimiento de la vivienda. Estar suficientemente amueblado y dotado de los aparatos y útiles necesarios para su ocupación inmediata y en perfecto estado de higiene.