El título deberá tener carácter oficial en su país de origen, haber sido expedido por una universidad o institución de educación superior con arreglo a la normativa vigente en dicho país y disponer del nivel académico equivalente al del título universitario oficial en España. Asimismo, se exigirá a la persona solicitante la acreditación de la competencia lingüística necesaria para el ejercicio en España de la correspondiente profesión regulada.